Un año cualquiera, viendo y sintiendo la vida diferente por vez primera.
“It’s what
I want to dream and it’s what I want to have”.
Tan simple como eso, sencillo y ya. Es encontrar las
respuestas de tantas preguntas sin preguntarlas siquiera. Tener delante la vida
y entender que es hermosa, plena como siempre lo fue, y era solo que no quería
verla. Es tener en las manos la fuerza, en el corazón la esperanza y en la
mente la voluntad de no tener más titubeos, para finalmente tomar el cometa y echar
a volar. Es ya no solo desear ver el mar, llegar a la costa y sentir la brisa
como si fuera eterno… Es tomar el camino y emprender el viaje… Es volverme a
sentir vivo.
Persiguiendo sueños decían, siendo un niño cuando ya no
eres más que un adulto cansado y sin embargo, nunca los escuché, porque en el
fondo sabía mi proceso y siempre supe lo que estaba haciendo, aun cuando más
perdido estaba, me aferraba a una fuerte idea, que tal vez no suene del todo
cuerda, pero que con los años aprendí que no podía ser tan mala: “Mientras hay
vida, hay esperanza… Siempre amanece, aún después de la noche más larga”. Caminando
a veces, arrastrándose la mayoría del tiempo, así iba pero continuaba.
A pesar de ser tan haragán, muy a mi pesar. Siempre me
considere del tipo de persona que dejaba todo a medias, pero este año y revisando
todos los hechos, me doy cuenta que en realidad, soy del tipo de persona que no
le gusta darse por vencido, soy necio.
Por más incómoda o desesperante que sea la situación,
evadir es solo un camino a más de lo mismo… Simplemente la negación es algo que
se vuelve tu ropa diaria pero no te das cuenta, porque es más cómodo… solo que
con el tiempo, es todo lo contrario. Toma muchos años entenderlo, y para
entonces parece que remediarlo es muy difícil, pero no imposible. Aunque suene
trillado, lo cierto es que, simplemente, hay que seguir luchando.
Había estado ciego tanto tiempo, tratando de luchar
contra y todo a la vez contra mí mismo, en lugar de hacer algo, pues realmente
se desde cuando soy un desastre y como llegue a serlo.
Los
sueños se oscurecieron y la luz dejo de brillar, pero finalmente encontré la
salida cayendo más bajo y eso fue algo que simplemente ni siquiera esperaba. Y
si hay alguien a quien agradecérselo, pero mejor que quede como la anécdota que
jamás volveré a contar. Fue un proceso y ahora sé que finalmente termino.
Finalmente amaneció.
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