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24 de octubre de 2015

Un breve momento de reflexión

No es algo que suelo hacer, esto de solo entrar y escribir. Casi siempre, y digo casi siempre es porque es así, primero tengo una idea y la desarrollo, aunque sea principalmente divagación, tuvo su génesis en algo más que un impulso.

Pero esta vez ha sido diferente, pues estaba pensando en la tristeza, esa que surge cuando veo hacia atrás y me detengo a ver hacia adelante, esa tristeza de ver a los lados y darte cuenta que no hay nada de que sostenerse.

Qué este año, muy a pesar de estar alcanzando tanto me doy cuenta que he perdido aún más... Y muchas personas me han dicho tantas cosas y otras simplemente me han dejado de hablar, pero a tantas más deje de prestarles atención.

Supongo que es un problema tan recurrente como mi misma necedad de vivir en el drama para encontrarle algo de sentido a las cosas, cuando ninguna realmente lo tiene.

Y la verdad es que mi horario de sueño es un desastre, así como mi futuro inmediato.

Soy un desastre de persona y tengo un bloqueo mental que no para de detenerme de hacer las cosas que quiero realmente hacer, pero no hay culpables cuando me detengo a pensarlo, ni siquiera las circunstancias porque esas acontecen según las decisiones que voy tomando, es todo una avalancha de cosas, solo va arrastrando a su paso lo que se interpone.

Todo comienza, un día, cuando pensé cómodamente... Cuando creí que lo fácil arreglaría mi vida.

Pues el camino fácil, la conformidad, simplemente lo complico todo a un nivel irónicamente burlesco.