Los gritos se ahogan durante tanto tiempo, que
llega un momento en la vida que no se pueden seguir conteniendo, pero tampoco
pueden salir, ya se adhirieron al alma, ya envenenaron el corazón.
He escuchado por tanto tiempo eso que, todo está
lleno de amor si sabes ver, si tan solo pones atención. Tal vez igual como
dicen, no de las fuentes que esperas, no de las personas que deseas, pero sí,
todo, está lleno de amor.
Hipnotizados vivimos, con nuestras propias
palabras. Castigados por nuestras propias culpas, sin juicios, sin defensa,
sufriendo por todo aquello que creemos pudimos haber hecho mejor o simplemente
dejado de hacer: Arrepentimiento.
Bajo los pies del mundo yacen tantas personas así
y muchas ni siquiera se enteran que viven así. Son susurros en el agua, ondas
que se pierden más y más mientras más se alejan del origen. El tiempo, el
tiempo es la cosa imperfecta más
perfecta que hay en esta triste existencia.
Todo esto tan raro y tan extraño hasta viniendo de
mi es porque, en medio de la más reciente divagación en una madrugada fría en
lejanas tierras, junto a amigos y almas antiguas y otras recién llegadas a este
mundo, empecé a comprender tantas cosas que antes me daban vuelta por la cabeza
pero nunca veía claras.
¡Sí! “Todo está lleno de amor”, hasta en la brisa
fría de la madrugada, aún en el silencio que embarga a la noche. En las lejanas
estrellas, aun en la tristeza hay amor.
Pero llegas a un punto en tu vida que aunque
comprendas las cosas más importantes de esta existencia, ya no consuelan,
porque son esos gritos que se han ido acumulando dentro de ti, durante todas
esas ocasiones en que la frustración, la decepción o la ansiedad atacaron.
Podría seguir ignorando todo lo que siento y
podría seguir tragándome todo y solo aparentar que estoy bien. Pero eso ya dejó
de funcionar. Lo cierto es que si fuera un pedazo de cristal mi corazón, de
tantos pedazos dispersos de aquí a allá en la inmensidad del universo, no
existe un solo lugar donde estar bien.
Porque sé que no le puedo pedir más a la vida, no
de lo que ya me ha dado. Lo que me resta por tener debo ir y ganármelo. Ya es
tiempo, en un camino que se cuál es, de la única forma que sé que existe, del
modo en que debe hacerse.
"This time I'm gonna keep me all to myself"