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17 de abril de 2011

Abril 2011 - I

Mi voz no se apaga porque ya no exista una llama ardiendo en gritos que quieran escapar. Mi voz se apaga porque no quiero hablar más…

Es hoy más que antes, cuando quiero gritar, correr, huir, volar, irme de este encerrado lugar.

Es hoy más que nunca, que desearía romper mis promesas y los pactos para sentir de nuevo que vale la pena vivir.

Cuando no encuentras alguien a quien decirle todo lo que tienes dentro, pues ni los amigos quedan ¿hacia qué rumbo podría caminar?

Es un salto hacia el infinito, es una metamorfosis hacia lo incomprensible, es un hálito de vida que se escapa en el medio de las palabras vacías.

Ni las lágrimas, ni los quejidos ahogados en el silencio. No queda nada que de consuelo, todo se ha agotado… recursos, posibilidades… es el extremo...

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